Inicio Sala de prensa Marta Navarro del Valle: «Dar el paso de ser voluntaria en Solidaridad Enfermera me ha permitido ayudar a colectivos vulnerables en Sevilla y esforzarme en ser mejor profesional»
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14 de junio, 2024
Noelia Márquez
-Forma parte de la Solidaridad Enfermera como voluntaria. ¿Puede describir su última actuación en esta ONG del Colegio de Enfermería de Sevilla?
-El último taller lo realizamos en Andalucía Acoge, con mujeres de Senegal, Costa de Marfil, Guinea y Marruecos. Abordamos la salud sexual y reproductiva, y tratamos temas como la higiene menstrual, la sexualidad a lo largo de la vida, las infecciones de transmisión sexual o la importancia de la autoestima y el autoconocimiento. También, como en todos los talleres, hay espacio para dudas personales o inquietudes sobre otros temas relacionados con la salud, ya que aprovechando que nos tienen allí como profesionales a veces se van a casa más tranquilas o con una cita médica para revisar algo que habían pasado por alto.
-¿Por qué dio el paso de ser voluntaria en Solidaridad Enfermera?
-Por un lado he tenido siempre mucha inquietud por la cooperación al desarrollo, pero nunca había profundizado en ella por el miedo a tener que marcharme a países en conflicto o en los que no me sintiera segura. Por otra parte, como profesional y como matrona, me encanta la promoción y la educación para la salud. Si cuidar es la base de la Enfermería, el proporcionar información y herramientas a las pacientes para que se responsabilicen y tomen decisiones informadas acerca de su salud, me parece que debiera ser la prioridad de nuestra profesión. Y además, la oportunidad de hacerme voluntaria se me presentó en un momento en el que profesionalmente no me sentía bien por los inestables y precarios contratos en el SAS que estaba teniendo. Me sentía alejada de mis compañeras, como si fuera menos válida o estuviera menos preparada por no estar trabajando.
El dar el paso de ser voluntaria en Solidaridad Enfermera me ha permitido ayudar a colectivos vulnerables, aquí en Sevilla, y esforzarme en ser mejor profesional y mejor persona. Gracias a las labores que hacemos he podido desarrollarme profesionalmente en ámbitos en los que no solemos estar, librándome de prejuicios y etiquetas que nos alejan de otras realidades que bien merecen nuestra atención. También he podido conocer de cerca asociaciones y organizaciones que desconocía, así como la labor inmensa e importantísima que hacen. Y además, he podido reconectar con mi yo profesional y he apostado por seguir formándome y actualizándome, en un momento de desmotivación.
-¿Cuáles son sus inquietudes como enfermera?
-Como cualquier enfermera he pasado por muchos servicios, desde una planta hospitalaria de hematología oncológica a ser enfermera con cupo pediátrico o matrona en un centro de atención primaria. Sin embargo, me gustaría desarrollarme como no puede ser de otra manera, en el campo de la salud sexual y reproductiva de la mujer. Me interesa mucho todo eso que está en nuestras competencias como especialistas y ahora mismo no estamos pudiendo desarrollar lo suficiente por la falta de personal, tiempo y recursos a la que nos vemos sometidas. Si tuviera que elegir me quedaría con desarrollarme profesionalmente en la atención primaria. No porque el hospital me disguste, sino porque creo que las matronas tenemos mucho que ofrecer en este ámbito en cuanto a menopausia, educación afectivo-sexual, consejo anticonceptivo, consulta preconcepcional…y otras cuestiones que a día de hoy no se están atendiendo. También hace poco decidí empezar en el mundo de las redes sociales, haciendo divulgación y aprovechando esa ventana al mundo para contrastar y desmentir toda esa información falsa o mitos que hay circulando por internet.
«la vocación me ha acompañado toda la vida, incluso cuando ni siquiera yo lo sabía; y todavía hoy me acompaña en este trabajo que considero tan gratificante y tan poco valorado«
Marta Navarro del Valle
-¿Cuáles son las razones que le llevaron a estudiar Enfermería?
-Quizás suene a tópico, pero desde pequeña he sido la enfermera de mi casa. Al crecer, como adolescente me tocó vivir con una amiga una situación de salud muy dura, y cuando tuve que elegir carrera no dudé en aprovechar la oportunidad que me dieron en Lérida de empezar allí Enfermería y me crucé España con 18 años muy decidida. Creo que la vocación me ha acompañado toda la vida, incluso cuando ni siquiera yo lo sabía; y todavía hoy me acompaña en este trabajo que considero tan gratificante y tan poco valorado a veces por el sistema.