Inicio Sala de prensa Isabel Rodríguez: «Nuestro ensayo clínico constata el éxito de los grupos de apoyo en lactancia materna liderados por matronas, modelo por el que se debe apostar»
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La matrona e investigadora Isabel Rodríguez ofrece en esta entrevistas algunas claves de su trabajo científico centrado en el desarrollo de un ensayo clínico sobre lactancia materna y prevención de la depresión posparto
31 de octubre, 2024.- Noelia Márquez
-¿Puede ofrecer resultados claves de su investigación?
-Se trata de un ensayo clínico aleatorio multicéntrico liderado por matronas que se ha llevado a cabo en distintos centros de Atención Primaria de Andalucía. Principalmente, se ha comparado una intervención grupal de apoyo a la lactancia materna durante el postparto, con la atención habitual en relación a diferentes objetivos de salud. Los principales hallazgos fruto de esta investigación apoyan que la intervención grupal liderada por matronas de apoyo a la lactancia materna durante el postparto, bajo el modelo de Grupos de apoyo a la lactancia materna, es efectiva en el mantenimiento de la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses postparto, en comparación con la atención habitual. La propia participación en estos grupos de apoyo mejora la autoeficacia percibida por las mujeres en relación a la lactancia, factor pronóstico relacionado con el éxito de la lactancia materna. Además, en el ámbito de la salud mental materna perinatal, se han identificado hallazgos significativos que vinculan la participación en estos grupos con la prevención de la depresión posparto, destacando su pape fundamental como estrategia de apoyo emocional y fortalecimiento del bienestar materno.
En definitiva, los importantes resultados obtenidos de esta investigación, deben alentar a promover un cambio en el sistema de apoyo a la lactancia materna actual, hacia una red de apoyo integrada y liderada por matronas, para lograr mejorar la salud materna e infantil. Fomentar la lactancia y proporcionar un espacio enriquecedor donde las madres pueden compartir, aprender y recibir el respaldo necesario para esta importante etapa de la vida. Estas comunidades, formadas por los grupos de apoyo, fortalecen el vínculo entre las madres y promueven prácticas de crianza saludables que impactan positivamente en el bienestar a largo plazo de las familias.
Como Diplomada en Enfermería por el Universidad de Sevilla (2010), Isabel Rodríguez Gallego atesora el Máster en Nuevas Tendencias asistenciales en Ciencias de la Salud por la US, (2014) y la especialidad en Obstetricia- Ginecología (Matrona) vía EIR. Sus inicios en la investigación enfermera comenzó gracias a una beca de investigación en la Fundación para la Gestión de la Investigación en Salud en Sevilla (FISEVI), que le abrió la puerta en diversos proyectos en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, liderados por enfermeras.
Su interés por la lactancia materna le llevó a avanzar en su formación académica e iniciar los estudios de doctorado en Ciencias de la Salud. Como investigación doctoral, Isabel Rodríguez ha desarrollado un proyecto sobre la efectividad de una intervención grupal de apoyo a la lactancia durante el postparto, en el mantenimiento de la lactancia materna exclusiva y la autoeficacia percibida.
«La posibilidad de contribuir al desarrollo de prácticas basadas en la evidencia que mejoren los resultados en salud». Así define Isabel Rodríguez, su principal motivación en su amplia trayectoria.
«La investigación es una herramienta esencial para abordar los desafíos actuales en el ámbito sanitario, ya que permite identificar soluciones efectivas y sostenibles que pueden ser implementadas en la práctica clínica»
Isabel Rodríguez, matrona
-¿Puede recordar los beneficios de la lactancia materna, para la madre y para el bebé?
-Son múltiples las referencias que se encuentran en la literatura sobre los beneficios de la lactancia materna para el recién nacido, tanto a corto como largo plazo, incluso para aquellos nacidos prematuros y, su efecto en la disminución del riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles en la edad adulta. La lactancia, ha demostrado ser un factor protector contra distintas enfermedades infectocontagiosas, del espectro atópico y cardiovasculares, así como, contra la leucemia, enterocolitis necrotizante, enfermedad celíaca y enfermedades inflamatorias intestinales.
Asimismo, tiene un impacto positivo en el neurodesarrollo, mejorando el coeficiente intelectual y pudiendo tener una disminución del riesgo de otras condiciones como el déficit atencional, trastorno generalizado del desarrollo y alteraciones de conducta. Del mismo modo, es amplia la evidencia que demuestra los beneficios físicos y relacionados con la salud emocional que se muestran en la madre, tanto en el puerperio y periodo de lactancia, como en su vida futura.
A corto plazo encontramos una pronta involución uterina, reducción de la hemorragia postparto y anemia, mayor pérdida de peso y aumento de la satisfacción con la imagen corporal. Asimismo, se ha observado que la lactancia materna les puede ayudar a crear y mantener el apego con el recién nacido, minimizando los síntomas de depresión postparto. A largo plazo, los beneficios más destacables son un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama, ovario y endometrio, además de un menor riesgo de enfermedades metabólicas como la diabetes mellitus, cardiovasculares, musculoesqueléticas como la osteoporosis y artritis reumatoide, o neurodegenerativas como el Alzheimer.
Pero, además, no debemos olvidar que los beneficios de la lactancia se extienden también al ámbito económico de la familia y de la sociedad y, se han demostrado en todos los entornos, tanto en sociedades con escasos recursos como más desarrolladas, no solo por el ahorro que supone la lactancia natural, sino también, en base al exceso de utilización de los recursos sanitarios y mayor consumo farmacológico tanto de las madres como de los niños que no se han alimentado con lactancia materna. Al mismo tiempo, hay que sumar el impacto positivo sobre el medioambiente, como recurso natural y renovable que es, sin dejar la huella sobre el entorno que genera la producción y comercialización de otros tipos de alimentación infantil.
-¿Cuál es el papel de la matrona para detectar y atender a tiempo la depresión postparto?
-Es crucial, ya que estas profesionales están en una posición privilegiada para identificar problemas de salud mental durante el período perinatal. El seguimiento continuo que las matronas proporcionan durante el embarazo y posparto desde Atención Primaria permite establecer una relación de confianza con la madre, lo que facilita la expresión de emociones y preocupaciones.
Mediante la evaluación sistemática y la observación, pueden detectar síntomas como tristeza persistente, ansiedad, irritabilidad, fatiga extrema, falta de interés en el bebé o en actividades que antes disfrutaba, y dificultades para dormir o concentrarse. Las matronas también pueden llevar a cabo intervenciones específicas, como grupos de apoyo a la lactancia materna y talleres de educación emocional, que han demostrado ser efectivos en la mejora del bienestar mental y la prevención de la depresión posparto. Estas actividades proporcionan un espacio seguro para que las madres compartan sus experiencias, lo que puede ser terapéutico y fomentar una red de apoyo social.
-¿Es muy complicado para una enfermera investigar?
-Actualmente, según mi experiencia personal y profesional, además de por lo que comparto con mis colegas, diría que rotundamente sí. La investigación en enfermería en España presenta varios desafíos entre los que se encuentran la falta de recursos económicos destinados o el escaso reconocimiento institucional y social de esta área como otra línea de prioridad dentro de la práctica profesional. Esto puede llevar a que muchas enfermeras se centren más en la asistencia clínica y menos en la investigación. Otro hándicap importante ligado a lo anterior es la carga de trabajo asistencial y la falta de tiempo en los entornos clínicos, lo que puede contribuir a la limitación de participación en proyectos de investigación, más aún si es a expensas del tiempo libre y la conciliación familiar.
-¿Qué facilidades debería tener la investigación enfermera?
-Es fundamental contar con un mayor apoyo institucional para fortalecer la investigación en enfermería, un área que sigue siendo muy deficitaria en nuestro entorno. Esto no solo implica la asignación de recursos económicos específicos para proyectos de investigación, sino también el reconocimiento de estas actividades como parte esencial de la jornada laboral de los profesionales de enfermería.
Actualmente, la falta de financiación y el escaso tiempo dedicado a la investigación limitan el desarrollo de prácticas basadas en la evidencia y ralentizan la mejora de la calidad asistencial. Reconocer formalmente la investigación dentro del ámbito profesional no solo contribuiría a generar conocimiento propio y relevante para nuestra realidad, sino que también empoderaría a los profesionales de enfermería, promoviendo su liderazgo en el avance del sistema sanitario y en la implementación de cuidados más eficaces y seguros. Además, resulta esencial que desde la propia universidad se promueva la cultura de la investigación, motivar a los alumnos a cuestionar prácticas actuales, buscar soluciones innovadoras y a contribuir al avance del conocimiento en el ámbito de la salud.
«La investigación no solo consiste en producir conocimiento, sino en aplicar este para mejorar continuamente la atención sanitaria y optimizar los procesos de cuidado, especialmente, en áreas sensibles como la lactancia materna, donde el apoyo adecuado puede tener efectos duraderos en la salud de madres, hijos, familias y, en definitiva, sociedades». Isabel Rodríguez Gallego, matrona e investigadora, expresa de manera muy clara el valor de la evidencia científica para avanzar en los cuidados enfermeros
Isabel Rodríguez, matrona e investigadora