Inicio Sala de prensa «RÁPIDAMENTE EMPECÉ A REALIZAR LAS MANIOBRAS DE REANIMACIÓN Y A LOS CINCO MINUTOS EL HOMBRE EMPEZÓ A DAR SEÑALES DE VIDA»
Noticias
Noticias
REDACCIÓN: ECOES
Una actuación rápida en casos de accidente es fundamental para salvar vidas. Bien lo sabe Antonio Jesús Bernáldez Reyes, cuya intervención resultó providencial en una colisión entre una motocicleta y una furgoneta ocurrida el pasado 30 de junio.
Natural de Fuente de Cantos (Badajoz), Antonio es colegiado de honor del Iltre. Colegio Oficial de Enfermería de Sevilla. Circulaba desde Salteras a Olivares cuando el conductor de una furgoneta le hacía señales para que se detuviese. Al detenerse, el enfermero, ya jubilado, comprobó que el conductor de la motocicleta yacía en el suelo. Tras comprobar inconsciencia, ausencia de pulso y respiración, no dudó a la hora de iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar hasta que logró que la persona accidentada recuperase sus constantes vitales. Una intervención vital para que el motorista salvase la vida antes de ser trasladado al Hospital Universitario Virgen del Rocío.
P: ¿Qué fue lo que ocurrió exactamente el día del accidente?
R: Eran aproximadamente las seis de la tarde cuando iba de Salteras a Olivares. A la salida de una curva vi un furgón grande. El conductor me hacía señales y me detuve. Me llamó la atención ver la carretera llena de objetos. Pensé que podía ser que la furgoneta hubiese perdido la carga y de ahí el aviso del conductor. El hombre estaba nervioso y me decía que el motorista estaba muerto. Creo que apenas habían pasado cinco minutos desde que se había producido el accidente, no había nadie alrededor. Me acerqué al accidentado y comprobé que no tenía ni respiración ni pulso. Rápidamente empecé a realizar las maniobras de reanimación y advertí al conductor de la furgoneta para que avisara a los servicios de emergencia. Al cabo de cinco minutos el hombre empezó a dar señales de vida. Casualmente paró también una doctora que conozco, Rosa Cotán. Entre los dos logramos estabilizar un poco mejor al paciente. A los quince minutos ya llegó el DCCU de Sanlúcar y a los dos minutos el servicio del 061. Ellos ya se hicieron cargo del accidentado.
P: ¿Qué fue lo primero que se le pasó por la cabeza al encontrarse en esa situación?
R: Al ver al motorista en el suelo, al igual que el conductor de la furgoneta, también pensé que había perecido. Comprobé que no respondía a estímulos dolorosos y le hablaba para ver si reaccionaba pero no había respuesta alguna. Lo primero que detecté es que el motorista, si no había fallecido, estaba en parada cardiorrespiratoria. Estaba echando sangre por la cabeza, tenía una fractura en el codo. Afortunadamente pude ayudarlo.
«Lo primero que detecté es que el motorista, si no había fallecido, estaba en parada cardiorrespiratoria»
P: ¿Cómo fue el momento en el que llegaron los servicios de emergencias?
R: Una vez que llegaron estuve charlando con ellos y con Rosa Cotán durante unos diez minutos aproximadamente. A su llegada les pedí que le pusieran un collarín al motorista accidentado y que le cogiesen una vía. Lo hicieron inmediatamente como buenos profesionales que son. Posteriormente lo trasladaron al Hospital Universitario Virgen del Rocío.
P: ¿Ha hablado posteriormente con la persona accidentada o familiares?
R: La verdad es que no. El conductor de la motocicleta continúa ingresado. Espero y deseo que se recupere pronto. Sí que algún compañero se ha enterado de la noticia y me ha llamado para preguntar por lo sucedido.
P: ¿Cree que es necesario que desde pequeños aprendamos a realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar o que tengamos nociones de primeros auxilios?
R: Creo que es fundamental. Soy monitor de RCP y he dado algunos cursos tanto en Salteras como en Olivares. Lo comentaba hace unos días con un compañero médico, Javier Candilejo. Tengo un proyecto para ofrecer formaciones sobre maniobras de reanimación y primeros auxilios a los más jóvenes en institutos y colegios, y también a los profesores. Es muy importante que sepamos cómo actuar en algunos casos.
«Tengo un proyecto para dar cursos sobre reanimación y primeros auxilios a los más jóvenes en institutos y colegios, y también a los profesores»
P: ¿Ha cambiado mucho la Enfermería en estos últimos años?
R: Es muy diferente la de antes a la de ahora. Cuando comencé a trabajar, el primer pueblo en el que yo estuve no disponía de material fungible. Empecé como lo que antiguamente se llamaba Asistencia Pública Domiciliaria y, tras hacer el curso de nivelación para la titulación universitaria, en 1978 tuve mi primera experiencia en Benamaurel (Granada). No había material de curas. Lo único que me encontré era un camping gas y una cacerola para hervir las agujas en agua. Contacté con una ortopedia en Granada y yo mismo les compraba el material. No había servicio de ambulancia cercano y eso era un gran problema. Con los años, tras pasar por Castril (Granada) y luego por Olivares y Salteras, he podido comprobar que ha habido una evolución muy positiva.
P: ¿Qué consejo le daría a las futuras enfermeras?
R: Tuve la fortuna de contar con el apoyo de mi padre, que era practicante. Cuando empecé a estudiar, a los tres meses, ya estaba con él en la consulta y salía a la calle a hacer los avisos. A los que llegan a este mundo de la Enfermería les diría que es un trabajo que da muchas alegrías, también muchos problemas. Lo que tienen que hacer es disfrutarla, prepararse bien y vivirla con dedicación. Al que le gusta y vive esta profesión, luego la echa de menos cuando acaba su trayectoria.