Inicio Sala de prensa VALORACIÓN SOBRE LOS RECORTES EN SANIDAD.
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José Mª Rueda Segura, Presidente del Colegio de Enfermería de Sevilla
Citas que se retrasan, largas listas de espera para intervenciones quirúrgicas, escaso material sanitario, consultas abarrotadas que no dedican el tiempo necesario a cada paciente, agresiones físicas y verbales a los sanitarios, franjas horarias que quedan descubiertas, falta de pago al hospital San Juan de Dios del Aljarafe y a los centros concertados sanitarios y socio-sanitarios, entre otros muchos aspectos. Nuestro sistema de salud se está deteriorando y vamos dando pasos hacia atrás.
No comprendemos cómo es posible que los recortes lleguen a un sector tan necesario y esencial para la ciudadanía como la Sanidad, cuando además la Junta de Andalucía y la Consejería de Salud están vendiendo que en este sector no se sobrepasaría la línea roja con los recortes. Por una parte, en Sevilla tenemos excelentes profesionales que luchan por subsistir y hacen lo imposible por atender a sus pacientes con la máxima profesionalidad y dedicación. Sin embargo, la administración sanitaria no deja de ponerles obstáculos por el camino. Entre los ya conocidos, nos resulta imposible obviar el frenazo absoluto a las sustituciones regulares, las contrataciones low-cost al 75% y 50%, los contratos por días para no respetar los descansos semanales y, la aplicación aberrante de la ampliación de la jornada laboral. Como consecuencia, esta precariedad recae sobre un deterioro palpable -indeseado- en la atención a los enfermos.
Los profesionales sanitarios, conjuntamente con sus funciones como trabajadores vocacionales y conscientes de su gran responsabilidad a nivel social, también son personas que viven de su trabajo. Un trabajo que se les remunera de forma incorrecta. Este hecho y la falta de contrataciones desemboca en que nuestros sanitarios (enfermeros, médicos y farmacéuticos, entre otros), con una muy buena formación reconocida a nivel europeo, se vean obligados a abandonar España para buscar una nueva oportunidad. Este país no debería ser una fábrica de profesionales titulados destinados a ejercer fuera de nuestras fronteras puesto que, además, formar a un profesional universitario supone un elevado coste que corre a cargo de los presupuestos de todos los ciudadanos. Sin embargo, aquí sigue quedando el sector más vulnerable de todos: el paciente. Hablamos de personas enfermas que incluso tienen que renunciar a tratamientos necesarios para curar sus dolencias porque la Seguridad Social ya no los cubre. Las mismas que se agolpan en una sala de urgencias, durante un prolongado espacio de tiempo, hasta que les puedan atender. A muchos de ellos, los dolorosos síntomas y la incertidumbre de su
enfermedad les hacen olvidar que gozan de una sanidad universal que los ubica en una lista de espera interminable y aquellos que tienen posibilidades económicas terminan confiando en la sanidad privada.
La Administración autonómica parece que no es consciente del daño que se le hace a la ciudadanía. También, de manera impropia, ha intentado desprestigiar la labor de los Colegios Profesionales con las consecuencias que poco a poco van brotando. Por ejemplo, la mujer que sin título de enfermera y por no estar colegiada, ha estado trabajando como tal durante once años en un hospital público de Málaga. La misma ejercía en quirófano por lo que ha puesto en peligro al usuario de la salud.
En este contexto de alarma social, la Consejería de Salud no habla de recortes, sino de ahorro y se atreve a tratar los temas sanitarios de actualidad con absoluta normalidad como si no pasara nada. Pero lo cierto es que el SAS se encuentra en una situación cercana a la “quiebra”. Nuestro sistema sanitario andaluz necesita una gestión a corto plazo que se debería traducir en un Pacto Andaluz por la Sanidad, como el propuesto por la Organización Colegial de Enfermería recientemente presentado al Ministerio. El Colegio de Enfermería estaría dispuesto a exponer el Pacto a la Consejería si aceptara nuestra interlocución institucional y respetara la encomienda de gestión que la legislación otorga a los Colegios Profesionales como corporaciones reguladoras de las profesiones. A día de hoy, lamentamos que la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía nunca nos haya tenido en consideración ni aceptado las propuestas del Consejo Andaluz de Colegios de Enfermería, órgano de representación de los enfermeros andaluces para las competencias de orden profesional.
Y es que como entidad colegial tenemos mucho que decir y pensamos que existen varias claves fundamentales para el futuro Sistema Nacional de Salud en cuanto a determinadas medidas: estructurales de ordenación y gobernanza del sistema; de calidad, eficiencia y racionalización de la gestión sanitaria; para la concienciación y educación del paciente, sin olvidar sus derechos y deberes; en materia de infraestructuras sanitarias; y económico-presupuestarias.
Por todo esto, y antes de que sea demasiado tarde, el Colegio de Enfermería de Sevilla tiende su mano a la Administración y la invita a un diálogo recíproco en el que cada parte mantenga sus competencias propias. Ciudadanos y profesionales estamos atrapados en un barco que se puede hundir con nuestra salud a bordo… tenemos que reavivar la Sanidad Andaluza