Inicio Sala de prensa EL ECOES SUBRAYA EL PAPEL DE LAS ENFERMERAS EN LA PREVENCIÓN DEL SÍNDROME DEL CUIDADOR QUEMADO
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Sevilla, 3 de noviembre de 2023.
Cada 5 de noviembre se celebra el Día Internacional de las Personas Cuidadoras. Una fecha con la que se rinde homenaje a quienes se encuentran al cuidado de personas mayores o en situación de dependencia. Es por ello que el Excelentísimo Colegio de Enfermería de Sevilla (ECOES) se suma a esta efeméride para subrayar la importancia de la atención al cuidador, puesto que ejerce una labor esencial para la mejora de la calidad de vida de este colectivo.
“España es uno de los países con mayor esperanza de vida, situándose en una media de 82,3 años. Una situación que desemboca en un aumento de la demanda de personas cuidadoras que puedan atender a este sector de la población, a lo que se suman enfermos crónicos o dependientes que también requieren atención específica”, explica Víctor Bohórquez Sánchez, presidente del ECOES.
A menudo, la vida de los cuidadores se focaliza exclusivamente en cubrir los requerimientos de las personas a las que atienden, por lo que dejan de lado muchos aspectos de su vida personal. “Esa excesiva dedicación puede derivar en sobrecargas que afecten a su estado emocional y físico”, remarca Víctor Bohórquez.
LA RELACIÓN ENTRE ENFERMERA Y CUIDADOR, FUNDAMENTAL
Las enfermeras son un eslabón de gran valor para prestar el apoyo necesario y desarrollar una función clave como cuidadores expertos: cuidar al cuidador no profesional. Esto es así porque si la persona deja de atenderse a sí misma puede comenzar a sufrir el denominado “síndrome del cuidador quemado”, que conlleva un desgaste mediante el estrés, la fatiga y el agotamiento que puede afectar a la atención que presta.
Enfermería actúa como protectora y garante del bienestar del cuidador a través de recomendaciones de pautas que ayuden a alcanzar ese objetivo. Así, respetar las horas de descanso necesarias, hacer ejercicio con regularidad, evitar el aislamiento o disfrutar de aficiones fuera del ámbito del cuidado son sólo algunas prácticas que evitan sensaciones negativas y minimizan el impacto.
De igual manera, las enfermeras son las responsables de educar al cuidador, ya que poseen un rol primordial en el manejo de enfermedades. “Muchas personas, de repente, se convierten en cuidadores, dejan su trabajo y se enfrentan a un día a día en el que tienen que velar por un familiar con una enfermedad grave, a veces degenerativa, o incluso con limitaciones en la movilidad. Hablamos entonces de cuidados especializados que solo las enfermeras podemos ofrecer y, por tanto, tenemos que ser capaces de trasladar nuestro conocimiento a estas personas y ser su máximo apoyo”, afirma Bohórquez Sánchez. Así, los cuidadores consideran a las enfermeras como un gran cimiento dentro del sistema sanitario.
La relación entre enfermera, paciente y personas cuidadoras debe estar fundamentada en una comunicación fluida y constante. De este modo, el cuidador podrá sentir la comodidad de poder expresarse con naturalidad para manifestar sus dudas, temores o inquietudes. La generación de esa confianza puede convertirse en una herramienta de gran ayuda para la atención al paciente y al propio cuidador.