Inicio Sala de prensa «UN ABORDAJE INTEGRAL DE LAS NECESIDADES DE LA PERSONA QUE ATENDEMOS EN LOS SERVICIOS DE SALUD MENTAL VA A TENER UN PAPEL PREVENTIVO EN LA CONDUCTA SUICIDA»
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REDACCIÓN: NADIA OSMAN GARCÍA / FOTO: MANUEL GÓMEZ
Carmen Cantillo Morales es enfermera Especialista en Salud Mental en el Equipo de Tratamiento Intensivo Comunitario (ETIC) en la Unidad de Gestión Clínica del Hospital Virgen Macarena de Sevilla. Ha participado en la jornada ‘Reto Salud Mental Plena, hacia la revolución necesaria’ organizada por la Federación de Salud Mental de Andalucía para conmemorar su 30º aniversario y que tuvo lugar el 22 de noviembre en el Parlamento de Andalucía. La mesa de la que fue ponente se titulaba ‘Prevención del Suicidio’ y perseguía exponer las herramientas de prevención, detección y abordaje de las conductas suicidas.
Pregunta: Antes de hablar de sucidio, ¿en qué consiste su trabajo diario?
Respuesta: Se trata de un equipo multidisciplinar que trabaja con personas que sufren un Trastorno Mental Grave (TMG) y, además, situaciones complejas como pueden ser la desvinculación de la red de salud mental o riesgo de desvinculación, situaciones sociales difíciles por falta de vivienda o falta suministros de luz/agua, dificultades económicas, aislamiento social, reingresadores, exclusión social y escasos/nulo apoyo familiar/social, entre otros. Trabajamos desde el modelo de recuperación con un abordaje completamente comunitario, con el fin de lograr aumentar la calidad de vida de las personas y que puedan retomar su propio proyecto de vida. En el centro de la atención están la persona y sus necesidades, por lo que partimos de un trabajo de colaboración y una relación horizontal que facilita un abordaje diferente. Así, nuestro trabajo lo desarrollamos en el contexto de la persona a la que atendemos, pudiendo ser en su casa, dando un paseo o en un bar de su zona. En la base de nuestro trabajo está la coordinación en red con otros sectores (con Servicios sociales, los recursos de la zona; tanto dependientes del Ayuntamiento como de asociaciones locales, los dispositivos de salud mental y atención primaria), puesto que el objetivo es la integración en la comunidad y la utilización efectiva de recursos, debemos conocer los activos en salud de la población y desarrollar un buen trabajo en red.
P: ¿Qué importancia tiene su especialización?
R: El trabajo que realizo dentro del área de la salud mental, requiere de una base de conocimientos y de unas habilidades y aptitudes que se comienzan a gestar durante la especialidad. La base que te da la realización del EIR te permite llevar a cabo el posterior desarrollo personal y profesional asociado a
esta especialidad, donde la capacidad de introspección es tan importante para proporcionar una atención de calidad. Me alegra que en Andalucía se haya apostado por la contratación de especialistas en Salud Mental, ya que eso significa que el Servicio Andaluz de Salud y el Programa de Salud Mental apuestan por unos cuidados eficientes y de calidad. La especialización y contratación de especialistas en salud mental contribuye, además, al desarrollo de la profesión enfermera en esta área y a la generación de nuevo conocimiento, a través de la evolución y actualización de la práctica clínica y el fomento de la investigación. Esperemos que dentro de poco podamos decir que la contratación de especialistas es al 100%. Actualmente estamos en un momento de cambio en la atención a la Salud Mental: se busca una mayor precisión en la atención al problema de salud mental. Uno de los factores que ayuda al desarrollo de la terapia es la capacidad para ser flexibles y desarrollar una buena relación de confianza. La especialidad de enfermería en Salud Mental nos posiciona en un punto privilegiado en el desarrollo del vínculo con las personas y sus familiares.
“En el mundo hay una muerte por suicidio cada 40 segundos”
P: ¿Sobre qué ha tratado su discurso en la jornada ‘Reto Salud Mental Plena, hacia la revolución necesaria’?
R: La jornada tenía como objetivos, entre otros, exponer y debatir sobre el modelo de atención actual en materia de patología dual, atención a las mujeres afectadas por problemas de salud mental y prevención del suicidio, así como proponer mejoras en materia de prevención y atención de los colectivos. En este caso, he participado de la mesa de prevención del suicidio. En la actualidad se están llevando a cabo diferentes acciones en la práctica clínica para el desarrollo de planes de prevención de la conducta suicida a nivel de Andalucía, donde las enfermeras especialistas en salud mental tienen un papel fundamental, de ahí la importancia de la representación de nuestro colectivo en esta mesa.
P: ¿Qué problema supone el suicidio en la sociedad?
R: Es un problema de salud pública por la magnitud que tiene, porque en el mundo hay una muerte por suicidio cada 40 segundos. Es un problema que puede afectar a todas las personas, es multicausal y, por lo tanto, requiere un abordaje multisectorial. La prevención del suicidio trasciende a lo meramente sanitario y el quedarnos con una única visión daría lugar a un abordaje parcial e insuficiente. El cambio debe venir de la sociedad en su conjunto involucrando a sectores como educativo, político y laboral, por citar algunos.
No podemos obviar, en la concepción del suicidio, el papel protagonista que juegan los determinantes económicos y sociales tan relevantes en las sociedades actuales, donde prima el individualismo y la competitividad. Para poder desarrollar una buena prevención se requiere de un trabajo previo sobre el tabú y estigma relacionado con la salud mental y el suicidio, es indispensable realizar una alfabetización en suicidio y un trabajo en empatía social. Es esencial la construcción de un ecosistema de cuidados, que se va a lograr a través del fomento de las relaciones en la red natural de la persona y la relación entre los servicios para hacer más eficaz la atención a la población. Por lo tanto, el trabajo comunitario y en red es esencial.
“La especialidad de enfermería en salud mental nos posiciona
en un punto privilegiado en el desarrollo del vínculo
con las personas y sus familiares”
P: ¿Cuál es el papel de los sanitarios en el suicidio?
R: Los profesionales tenemos un papel fundamental y es que sin nuestra participación no se podrían extender y diluir los límites de la enfermedad mental. Las crecientes demandas y exigencias del mundo actual están causando una psiquiatrización de problemas cotidianos con el consecuente aumento en la medicalización. En la actualidad, la tendencia es a visibilizar el suicidio como un síntoma, siendo entonces algo que controlar desde el ámbito de la salud pública y que tratar desde el campo de la salud mental. Es importante remarcar que el suicidio es un comportamiento, no un trastorno, es la punta del iceberg y habría que explorar las necesidades de la persona. Sí es cierto que la literatura señala que la enfermedad mental es un factor de riesgo para la conducta suicida y es en el abordaje de la enfermedad mental donde tenemos un papel importante. No podemos olvidar que no podemos reducir el suicidio a una única causa, aparte de la enfermedad mental podemos encontrar: escaso apoyo social y familiar, bajo sentimiento de pertenencia en la comunidad, dificultades socio-económicas t estrategias de afrontamiento ante el estrés escasas o deficientes, por citar algunas. Por ello, un abordaje integral de las necesidades de la persona que atendemos en los servicios de Salud Mental va a tener un papel preventivo en la conducta suicida, para ello la coordinación con otros sectores de la comunidad es esencial.
“Existen escasos recursos para los familiares
y allegados en la postvención del suicidio”
P: ¿Cuál es la misión de las enfermeras al respecto?
R: Las enfermeras podemos abordar la conducta suicida con intervenciones desde diferentes enfoques:
Prevención:
Intervención:
“El suicidio es un comportamiento, no un trastorno”
P: ¿Qué conclusiones se pueden extraer?
R: Las siguientes:
– La forma en la que comunicamos importa y hablar sobre suicidio tiene una función preventiva. El hecho de que se lleven a cabo eventos como el de la Jornada Reto añaden al trabajo de prevención.
– Todos tenemos un papel importante en la prevención del suicidio. Todas las acciones cuentan.
– En la actualidad existen escasos recursos para los familiares y allegados en la postvención del suicidio, teniendo los grupos de ayuda mutua un papel importante.
– El movimiento asociativo tiene un papel muy importante en la coordinación con instituciones públicas para potenciar el desarrollo de medidas políticas dirigidas a factores socio-económicos que tengan un impacto en mejorar la calidad de vida de las personas. Además, tienen un papel fundamental en la lucha contra el estigma que afecta a ambos el suicidio y la enfermedad mental.
– Tenemos que seguir trabajando para la consolidación del modelo de atención comunitaria en sus diferentes ámbitos de actuación.