Inicio Sala de prensa Máximo factor de impacto de un estudio realizado por M.ª José Molina, del Área Sanitaria Sur de Sevilla, sobre las enfermeras gestoras de casos en pandemia
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22 de julio, 2024
M.ª José Molina Gil, enfermera gestora de casos de Atención Primaria del Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla, ha desarrollado un estudio sobre esta figura profesional de Práctica Avanzada durante tiempo Covid-19, cuya publicación está disponible en una revista internacional de máximo factor de impacto científico: ´Nursing Reports´. De tal modo que su catalogación como Cuartil 1 (medida de posición de una revista en relación con todas las de su área) avala su gran repercusión y, en este caso, el prestigio en cuanto a calidad e interés científico del estudio.
Centrado en la provincia de Sevilla, este estudio tiene por objetivo comprender el sentir y las experiencias en el desempeño profesional con la asunción de nuevas competencias asistenciales. Se enmarca dentro de la tesis doctoral de su autora, dirigida por las doctoras María Dolores Guerra-Martín y Rocío de Diego-Cordero (profesoras de la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la Universidad de Sevilla).
La enfermera gestora de casos es aquella figura referente en el proceso asistencial que, tras realizar una valoración inicial e individualizada de cada paciente sobre cuáles son sus necesidades y de los recursos humanos y materiales disponibles para su atención, se encarga de garantizar la continuidad asistencial de los enfermos. Desarrollan sus actividades en la atención hospitalaria y en la atención primaria, centrándose dicho estudio en este segundo escenario, el cual incluye la atención sociosanitaria: domicilio, centro de salud y residencia de ancianos.
Andalucía es una de las comunidades autónomas pionera en la implantación de esta figura asistencial a través de su red PiCuida. Inicialmente denominadas como enfermeras de enlace, fueron instauradas en 2002, como parte del desarrollo de su Plan de Apoyo a las Familias Andaluzas. En la actualidad, su labor es esencial frente al aumento de la esperanza de vida, ante el progresivo envejecimiento de la población y el incremento de pacientes polimedicados, pluripatológicos y con enfermedades crónicas, los cuales requieren de unos recursos sanitarios y sociales adaptados a estas nuevas realidades. Por tanto, este papel primordial y creciente de dicha figura enfermera se justifica ante el incremento de pacientes crónicos y personas dependientes en su papel integrador y de coordinación de la atención sociosanitaria.
Al respecto, es relevante el refrendo concedido por ´Nursing Reports´, una publicación internacional que cubre información útil, actual y de gran nivel técnico y científico en el área de la enfermería proporcionando la visión más novedosa de lo que pueden y deben ser los cuidados de enfermería. Aborda temas de gran variedad e interés relacionados con la calidad asistencial, la seguridad del paciente, las buenas prácticas clínicas y el desarrollo profesional de la enfermería.
Estudio novedoso por su temática y análisis
Además de la novedad de abordar una figura asistencial con un perfil relevante en la sociedad actual y poco analizada, este trabajo la circunscribe al tiempo pandemia con importantes conclusiones. El trabajo `Enfermeras de gestión de casos de atención primaria de salud durante la pandemia de Covid-19:un estudio cualitativo´, justifica su localización en período pandemia por la elevada morbimortalidad producida en personas vulnerables y en personadas afectadas por enfermedades crónicas. Colectivos para cuya atención y gestión sanitaria las enfermeras gestoras de casos son su referente. No en vano, España fue el tercer país con mayor tasa de mortalidad por Covid-19 durante la pandemia. Según M.ª José Molina “supuso una ampliación de nuestra cartera de servicios y de nuestra actividad asistencial, sumando a nuestras tareas habituales de cuidado de poblaciones vulnerables la priorización simultánea de la asistencia en residencias de ancianos”.
El estudio dispone de una parte de carácter cualitativo mediante entrevistas semiestructuradas a enfermeras gestoras de casos de la provincia de Sevilla y de un análisis narrativo del discurso. Autorizado por el Comité Ético de Investigación de la Universidad de Sevilla, se definieron dos categorías: competencias de esta figura asistenciales (76 testimonios textuales) y consecuencias de la pandemia (61 testimonios textuales).
Para ello, se basa en una muestra compuesta por 31 enfermeras gestoras de casos. Las características sociodemográficas de la muestra son las siguientes: mayoritariamente son mujeres (en un 77%), una edad comprendida entre 40 y más de 60 años y con una experiencia profesional que va desde los 11 a los 21 años.
Empoderamiento de esta figura asistencial en tiempo COVID
Según testimonian las enfermeras participantes en el estudio, la pandemia implicó una nueva situación laboral con cargas de trabajo importantes, mantenidas en el tiempo durante fines de semana y festivos y tanto vía telefónica como presencial. Destacan el gran trabajo de organización, gestión y prevención en residencias de ancianos con la asunción de tareas importantes: generación de planes de contingencia, actualización de datos o formación de profesionales.
En los centros de salud de atención primaria subrayan el desempeño de nuevas tareas relacionadas con la pandemia y, en muchas instalaciones, pusieron en práctica el liderazgo clínico experto que caracteriza este puesto laboral con un sinfín de actividades relacionadas con la crisis sanitaria. Es destacada la colaboración con los profesionales del servicio de ayuda a domicilio, así como a nivel asociativo y en centros e instituciones sanitarias.
La consecuencia a nivel de dedicación asistencial de este colectivo enfermero fue una adaptación de sus funciones y actividades provocados por las necesidades de la pandemia en ciudadanos frágiles y crónicos, según este estudio. Destaca Molina cómo “se perdieron actividades inherentes a nuestra figura enfermera como reuniones de equipo o talleres de cuidadores, que significó en una pérdida para la comunidad; y, por otro lado, se preservaron otras actividades inherentes como la asistencia domiciliaria a pacientes que necesitan cuidados paliativos”.
Por otro lado, se pone en valor en este estudio como aspecto positivo el avance tecnológico, que mejoró la comunicación y la accesibilidad, impulsando la teleconsulta como una novedad que antes no se había potenciado. Evitó desplazamientos que no fueran necesarios evitando contagios y favorecieron una vía de comunicación segura y directa para brindar información, consejos y recomendaciones.
A nivel personal, este perfil enfermero dice haberse visto afectado por la situación de estrés laboral y sobrecarga de trabajo por un período prolongado, afectando a su vida familiar y personal, no sólo profesional. Como positivo, notaron una mayor valoración a nivel social realizando intervenciones claves en la atención sociosanitaria. Por lo que se refiere al plano del equipo, dicen haberle conferido la pandemia más visibilidad a su trabajo y empoderamiento: “nos adaptamos bien a esta nueva circunstancia y mostramos nuestro compromiso y responsabilidad”.
Como conclusión, este trabajo pone el acento en cómo la enfermera gestora de casos se ha convertido tras la pandemia en una figura de referencia en Atención Primaria en España “ya que la planificación y coordinación de las personas más complejas y vulnerables es fundamental, como es el caso de las personas con enfermedades crónicas y adultos mayores institucionalizados en una sociedad envejecida”. Asimismo, recalca cómo en el contexto sociosanitario actual se precisa de una “mayor interdisciplinariedad, asesoramiento y coordinación interinstitucional para dar la mejor respuesta a la vulnerabilidad, acentuada tras la pandemia”.