Inicio Sala de prensa «EN LA SEVILLA DEL S.XVII EXISTÍA UNA ENFERMERÍA ALTAMENTE PROFESIONALIZADA EN LOS HOSPITALES»
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El enfermero del Hospital Vírgen del Rocío, Doctor y profesor de la Universidad de Sevilla Manuel Ángel Calvo ha realizado una extensa labor investigadora para desarrollar su conferencia ‘La profesionalización de los cuidados en el siglo XVII’. Con una larga carrera académica de más de 30 años, Manuel Ángel Calvo visitará el 11 de mayo el Excelentísimo Colegio Oficial de Enfermería de Sevilla con motivo de los actos programados para conmemorar el Día Internacional de la Enfermera
REDACCIÓN: ECOES
P: ¿Qué información interesante va a compartir en su conferencia ‘La profesionalización de los cuidados en el siglo XVII’ en el ECOES?
R: Actualmente se sostiene que el proceso de profesionalización de las enfermeras culmina a finales del siglo XIX en Inglaterra y casi treinta años después en España. En mi exposición presentaré resultados fruto de mis investigaciones en historia de la Enfermería a lo largo de casi tres décadas, que muestran que en hospitales sevillanos en torno al siglo XVII había una Enfermería altamente profesionalizada. Para hacernos una idea, de siete rasgos que indican la profesionalización de las enfermeras, los enfermeros de hospitales sevillanos de aquella época cumplían seis. Y digo «enfermeros» porque paradójicamente la mayoría eran hombres.
P: ¿Resultó muy complejo poder documentarse con información relevante para la creación del texto para su conferencia?
R: Como he señalado anteriormente, mi trayectoria investigadora en historia de la Enfermería es de casi treinta años y durante ese periodo he investigado casi constantemente en archivos de Sevilla y también de fuera de ella, por lo que el trabajo ha sido laborioso, complejo pero muy gratificante conforme iban surgiendo los resultados obtenidos en las diferentes investigaciones e íbamos descubriendo que la Enfermería sevillana contemporánea del siglo XVII, al igual que la del orbe católico del momento, vivía una época dorada, a diferencia de lo que ocurría en los países protestantes dónde sí se vivía un «periodo oscuro» de la Enfermería, desmontando la falacia de que dicho periodo, donde los cuidados se degradaron hasta lo más ínfimo, afectó universalmente a la Enfermería.
«En el siglo XVII las enfermeras eran las principales
responsables del mantenimiento de la salud y bienestar de las
personas»
P: ¿Qué puede aprender la Enfermería actual de los cuidados que ya se llevaban a cabo en el siglo XVII?
R: Los cuidados enfermeros hoy deberían seguir siendo tan fundamentales como en el siglo XVII, para restablecer, mantener o mejorar la salud de las personas. En ese periodo, la ciencia está aún en ciernes y sus propuestas para curar apenas resultan eficaces, cuando no contraproducentes, tanto que el cuidar englobaba entonces al curar, es decir, las enfermeras eran las principales responsables del mantenimiento de la salud y bienestar de las personas, de la recuperación de los enfermos o de la consecución de una muerte digna, y todo ello, procurándoles alimentación adecuada, facilitando la respiración, la eliminación y el reposo, proporcionando vestidos e higiene, manteniendo la temperatura corporal y ambiental, un entorno seguro o vivir de acuerdo a las propias creencias. Y esto, no lo afirmo yo, lo afirmaba el cardenal de Sevilla, D. Rodrigo de Castro, en las Constituciones de 1590, del Hospital del Espíritu Santo de Sevilla.
P: La evolución de la Enfermería sigue un proceso constante de cambio. Como investigador y experto en la materia, ¿cómo cree que evolucionarán en los próximos años los cuidados al paciente?
R: Depende de cómo se impliquen en su desarrollo las nuevas generaciones de enfermeras. Lógicamente, en los próximos años los cuidados enfermeros deberán derivar de más y mejores resultados de investigaciones enfermeras, y de avances tecnológicos punteros, por lo que las propias enfermeras deben ser agentes y motores de cambio del paradigma de la profesión enfermera.
«Falta el reconocimiento a las enfermeras de quienes legislan y
deciden las políticas sanitarias»
P: El Día Internacional de la Enfermera es una efeméride que manifiesta la importancia del papel de estas profesionales. ¿Queda mucho camino por recorrer para que tengan el reconocimiento que merecen?
R: El reconocimiento de la sociedad por la contribución de las enfermeras a la salud de las personas creo que lo tenemos, sin embargo, nos falta en gran medida el reconocimiento de quienes legislan o de quienes deciden las políticas sanitarias, y esos espacios los tenemos que ganar mediante el desarrollo del liderazgo de las enfermeras en todos los ámbitos, no solo en el de salud. En este sentido, un país moderno y avanzado como España no puede permitirse que aún se cuestione que las enfermeras puedan ser directoras de centros de salud, sin entender que para dirigir un centro asistencial o una unidad clínica puede hacerlo cualquiera que tenga conocimientos específicos de gestión, como es el caso de las enfermeras, dado que para ello se preparan durante sus estudios en el grado en Enfermería.
P: ¿Qué papel puede jugar en ese camino la labor docente en los centros universitarios?
R: La formación de las futuras enfermeras obviamente es clave para que sean capaces de desempeñar la profesión con altos niveles de excelencia, pero también para crear conciencia de que el futuro de la profesión está por construir y que se gana día a día con implicación en la profesión más allá de ser una excelente cuidadora, que nadie nos va a regalar nada, como siempre ha ocurrido en nuestro devenir histórico y que el liderazgo de las enfermeras debe ser promovido y auspiciado desde las propias bases enfermeras.